martes, 31 de enero de 2012

¿Cansadx de adoptar posturas imposibles? ¿De arrodillarte? ¿De aguantar el frío polar junto a la puerta mientras examinas los estantes? ¿De mover grandes estructuras plagadas de novelas románticas para atisbar los títulos que aguardan en las estanterías traseras, de subir peligrosas escaleras y de preguntar a lxs librerxs: «Poesía, por favor»? Si estás hartx de no encontrar lo que buscas, de hacer pedidos que no llegan, de dar tu correo electrónico y tu número de móvil y esperar a que un pitido te despierte de la siesta avisando de que YA puedes leer el poemario que tanto deseas. Si aborreces la letra G (García Lorca, Gamoneda y García Montero) porque copa el espacio del conocimiento plural, si sufres todo esto en silencio, entonces: ¡ÚNETE!
Poetas del mundo, despatoligizemos la poesía. La poesía SÍ se entiende. Y «entender» según la real academia es sinónimo de «penetrar». La poesía nos penetra y por eso es estigmatizada.
Existió un tiempo para la poesía, para la memoria, para el canto y la oración… para las consignas. Hubo un tiempo en el que la poesía era poderosa y útil, era del pueblo. Abogo desde aquí por la recuperación de la poesía como arma política y seductora. Como un acto público y de masas. Insto a lxs editorxs y librerxs a que rompan ese victimismo que rodea al acto poético. La poesía SÍ se entiende, SÍ se vende. Vendamos versos contra aquellxs que pretenden vendarnos los ojos y las manos. Vendamos a lxs poetas como las voces que necesitamos en tiempos de crisis. ¡Acabemos con la dictadura de los libros al peso! La poesía es barata y frágil, y peligrosa. Por eso fue patologizada. Lxs poetxs no estamos enfermxs, no somos enfermxs. Aquellxs que leen poesía no son solo mezquinos intelectuales que recitan de memoria frases encriptadas, ni melancólicas damas. Lxs poetxs somos hip-hoperxs, performers, gritadorxs de eslóganes. Liberemos la metáfora, el símbolo y la imagen del oscurantismo que las oculta porque la poesía SÍ se entiende. Se mete dentro de nosotrxs y nos hace más fuertes.
Si estas hartx de todo esto y crees que la poesía somos todxs, que la poesía eres tú y una tirita pisada en el asfalto, únete a la cruzada por su despatologización.


Madrid, 31 de enero de 2012
María Castrejón

sábado, 21 de enero de 2012

UN ESQUELETO ESCRIBE SUS MEMORIAS

Supongamos que llueve
y estamos cansados de escribir,
supongamos también
        que es escandaloso
el precio de los funerales,
        que aquel hombre y aquella mujer
que tanto amamos
        ya no son nuestros amantes
sino una ficción
        en el mar de las ficciones.
Supongamos
        que nos tocamos el cuerpo y nos decimos
"este no es mi cuerpo",
        Que nos tocamos los ojos y nos decimos
"estos sí son mis ojos";
        entonces, solo entonces,
empezamos a viajar entre los muertos.
        El paisaje por donde vamos
es hermoso, digamos tropical,
        pero también es hermosa la aridez,
digamos de Manhattan.
        Así, cada vez más hacia dentro,
nos encontramos,
        como el que no quiere la cosa,
con unos cuantos esqueletos,
        con unas rosas, con abundantes frutos de mar
y con las ganas de llorar entre las gallinas.
        Supongamos, pues, que también estamos
cansados de mirar hacia dentro,
        que queremos estar junto a nuestra madre un ratito,
un poquito de amor
        sería suficiente para dejar
de llorar todos los recuerdos.
        Supongamos, es solo un suponer,
que hemos sido felices alguna vez,
        que no llueve esta tarde,
que estamos cansados de morir,
        que aquí no ha pasado nada
y escribir tiene
        un extraño sentido verdadero.

                                                        Dionisio Cañas